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UC - Críticas

País: USA.

Año: 2013.

Duración: 121 min.

Género: Drama Bélico.

 

Dirección: Peter Berg.

Guion: Peter Berg, basado en el libro de Marcus Luttrell y Patrick Robinson.

Producción: Sarah Aubrey, Akiva Goldsman, Randall Emmett, Norton Herrick, Mark Wahlberg, Stephen Levinson, Vitaly Grigoriants y Barry Spikings.

Música: Steve Jablonsky y Explosion In The Sky.

Fotografía: Tobias Schliessler.

Montaje: Colby Parker Jr.

Diseño de producción: Tom Duffield.

Vestuario: Amy Stofsky.

Distribuidora: eOne Films Spain.

 

Estreno en España: 1 Enero 2014.

Interpretación: Mark Wahlberg (Marcus Luttrell), Taylor Kitsch (Michael Murphy), Ben Foster (Matt “Axe” Axelson), Emile Hirsch (Danny Dietz), Ali Suliman (Gulab), Eric Bana (Erik Kristensen), Alexander Ludwig (Shane Patton).

 

LA GUERRA SIN FIN

El solvente director de acción Peter Berg (‘Hancock’, ‘Battleship’) y el actor Mark Wahlberg unen su talento (y cuenta corriente) para adaptar una de las historias bélicas más respetadas por la cultura bélica americana reciente, la del trágico desenlace de un batallón de marines masacrado en Afganistán. Sin embargo, a la inherente tara patriótica que conlleva trasladar una historia de este tipo a la pantalla, se le adhiere una incómoda sensación de buscar un puesto de honor en el olimpo de los dramas de guerra a toda costa.




SINOPSIS: El marine Marcus Lutrell encabeza una misión en Afganistán para eliminar a un líder terrorista. Sin embargo, tomar una difícil decisión humana le obligará a revelar la posición de su pelotón al enemigo, dejándoles a merced de una cruenta emboscada.



Vaya por delante el análisis fílmico que no histórico de ‘El único superviviente’, porque cuando un drama bélico aspira a estar a la sombra de ‘Salvar al soldado Ryan’ (Steven Spielberg, 1998) es que algo ya va mal, pero cuando se queda a la altura de ‘La teniente O’neill’ (Ridley Scott, 1997) es que algo ha salido irremediablemente mal. La palpable testosterona que irradia su inicio ya nos pone sobre aviso del cariz que impone un montaje premeditadamente marcial y epopéyico al tiempo que unos personajes de patrón se presentan olímpicos a la batalla.



Así, la villanía extrema con la que se presenta a los talibanes, enfrentadas a la impoluta heroicidad de los marines como salvadores del pueblo afgano no hace sino desprestigiar una historia cruenta en sí misma que bien podría haber definido el encontronazo cultural de toda guerra y que, aunque parezca increíble, solo adquiere su máximo rango metafórico en la secuencia del terraplén después de avisarnos de que el mayor enemigo de los soldados americanos son las piedras del terreno. Tan sólo la crudeza de esta escena, y eso hay que reconocerlo, marca la diferencia de la película recordándonos la angustia de una guerra sinsentido y la buena mano de un director experimentado a estas alturas en este tipo de envites.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER